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Ataque de Estados Unidos a Yemen: ¿Factor negativo para el desarrollo del conflicto en la región?

Ataque de Estados Unidos a Yemen: ¿Factor negativo para el desarrollo del conflicto en la región?

Los países de Medio Oriente se encuentran en un estado de alerta frente a lo que podría ser una posible escalada del conflicto dentro de la región.

El ataque de Estados Unidos realizado hace tan solo unos días a objetivos claves hutíes en Yemen ha sido motivo de tensión entre las partes. La ofensiva estadounidense “afectó a 28 lugares y a más de 60 objetivos con misiles de crucero y bombas lanzadas por aviones de combate, buques de guerra y un submarino. Los objetivos incluyeron depósitos de armas, radares y centros de comando” (Pentágono, 2024).

Tales medidas, según el presidente Biden, se ejecutarían como una represalia a los ataques con drones y misiles de los hutíes contra buques mercantes en el mar Rojo. Asimismo, este ataque también buscaría garantizar la libertad de navegación y el comercio mundial que se han visto afectados por el accionar de los hutíes. Este punto resulta siendo no solo relevante para Estados Unidos, sino también para la comunidad internacional, tomando en consideración que esta es una de las vías marítimas económicamente más importantes del mundo. De ahí que el presidente Biden mencionara lo siguiente: “Nos aseguraremos de responder a los hutíes si continúan con este comportamiento escandaloso”.

No obstante, la reacción esperada por parte de Estados Unidos hacia los hutíes no es favorecedora ni para el cese de los ataques en el mar Rojo, ni para el conflicto general dentro de la región.

Si el objetivo a nivel internacional es intentar contener el conflicto que desde hace meses se viene desarrollando, las medidas ejecutadas no se pueden considerar como las más efectivas o en todo caso, las más apropiadas de acuerdo con el contexto. De hecho, tomando en consideración que los hutíes apoyan a Hamás, una organización considerada a nivel internacional como terrorista, y se encuentran respaldados y armados por Irán, no se puede esperar que las consecuencias de los ataques estadounidenses tengan un resultado positivo. Por el contrario, el ataque puede representar un factor potencial para la escalada del conflicto, lo que poco a poco se va evidenciando.

Yemen ya se ha pronunciado frente al ataque estadounidense, y su respuesta no ha sido para nada esperanzadora para el futuro del conflicto y de la región. El líder supremo de los rebeldes hutíes, Abdel-Malek al-Houthi, aseguró que “la respuesta a cualquier ataque estadounidense no será sólo al nivel de la operación que se llevó a cabo recientemente con más de 24 drones y varios misiles (…) Será más grande que eso”. Asimismo, el jefe de la Oficina del líder del movimiento, Safar al-Sufi, dijo que “Estados Unidos abrió fuego contra sí mismo al atacar a las Fuerzas Armadas yemeníes”.

Al mismo tiempo, algunos países de la región han expresado su desacuerdo frente a los ataques estadounidenses. Por una parte, están los países que no aprueban el atacar a Yemen, como es el caso de Irán, quien califica a estos ataques como “una clara violación de la soberanía y la integridad territorial de Yemen” (BBC News Mundo, 2024). Mientras que otros países desaprobaron el ataque al considerarlo una amenaza para la ya deteriorada situación del conflicto. En este punto se puede mencionar a Irak, Líbano y los talibanes en Afganistán, quienes consideran que el ataque puede incentivar a la expansión del conflicto dentro de la región. Como resultado, el presidente de Irak, Abdellatif Rashid, mencionó en un mensaje de Presidencia lo siguiente: “Denunciamos enérgicamente los intentos de ampliar la guerra, y afirmamos que las aventuras de fuego, en este caso, nos pueden quemar a todos”.

Sumado a ello, la ONU se ha pronunciado sobre los ataques estadounidenses mostrando una postura igualmente desaprobatoria. Según France 24 (2024), el jefe de la misión del organismo en Yemen, Hans Grundberg, expresó que “los recientes acontecimientos socavan los intentos de paz en los que está inmerso el país desde el inicio de su conflicto civil en 2014”. A su vez, también señaló que “los ataques tienen un impacto adverso en los esfuerzos de paz en Yemen y la estabilidad y seguridad en la región”.

En definitiva, si bien aún no se puede afirmar que el ataque de Estados Unidos a Yemen pueda resultar en una escalada del conflicto en la región, sí se puede evidenciar que dicho accionar no va a tener un impacto favorable para la situación actual dentro del mar Rojo y del conflicto. Por el momento, la región permanece en constante tensión frente a la posible respuesta de los hutíes, y a qué nivel podría afectar esta no solo a la región sino también a la comunidad internacional.