Combatiendo una amenaza global: La lucha contra el terrorismo internacional en el siglo XXI
- Ariana Reátegui
- 24 de junio del 2024

El 11 de septiembre de 2001, una multitud presenció cómo dos aviones comerciales se estrellaban contra las emblemáticas Torres Gemelas de Nueva York. Aquel día, marcó un punto importante en la lucha mundial contra el terrorismo internacional, pues este hecho siniestro causado por el grupo Al-Qaeda, cobró la vida de alrededor de 3,000 civiles, y además hizo que la estabilidad de la seguridad mundial, flaqueara de gran manera.
Desde entonces, los actos de terror han persistido en años recientes, como los atentados en Sri Lanka en 2019, en Kabul en 2020 y en una mezquita en Pakistán en 2022.
No obstante, la comunidad internacional no se ha resignado ante este daño, pues ha librado una intensa lucha que ha requerido de fuerzas militares, operaciones de inteligencia y cooperación para erradicar las organizaciones terroristas y sus ideologías extremistas. Sin embargo, para comprender a fondo las estrategias empleadas en esta lucha, es fundamental comenzar por definir en qué consiste realmente el terrorismo, así como las tácticas e ideologías detrás de los principales grupos involucrados.
Entonces, ¿Qué es el terrorismo en sí? Muchos califican como “terroristas” de forma cuestionable a ciertas organizaciones. Por ejemplo, el Ejército Republicano Irlandés (IRA), es una organización terrorista para Gran Bretaña, o Israel, mientras que, para otros, ha sido visto como un grupo que “lucha por la libertad”. Incluso, alejándonos un poco más del concepto, algunos grupos ecologistas han sido calificados como “terroristas”, el cual fue el caso del Frente de Liberación de la Tierra. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el terrorismo es “la intimidación o coerción de poblaciones o gobiernos mediante la amenaza o la violencia” (ACNUDH, n.d). La OTAN lo define como “el uso ilícito o la amenaza de uso de la fuerza o violencia contra las personas o la propiedad en un intento de coercer o intimidar a Gobiernos o sociedades para conseguir objetivos políticos, religiosos o ideológicos” (Pereira, 2013.). Es cierto que no existe una definición unánime hasta ahora, pero están de acuerdo en que el terrorismo tiene tres características fundamentales: El uso de la fuerza armada, el objetivo de conseguir interéses políticos, y la falta de legitimidad (Fernández, 2019).
Algunos de los principales grupos que han empleado estrategias terroristas bajo esta definición son Al-Qaeda, Hezbolá, ETA, etc. Quienes fueron los principales actores en esta esta tenebrosa situación; y han utilizado tácticas de terrorismo como los secuestros, asesinatos, e incluso ciberataques, siendo usados en los actuales epicentros de conflicto armado a nivel mundial. Ello ha sido ejemplificado en el ya mencionado caso de las Torres Gemelas en New York, ejecutado por la red yihadista, quienes tienen como objetivo crear un Estado Islámico gobernado por la ley islámica Sharia.
Otro grupo que ha causado gran daño a través de sus acciones violentas es Boko Haram, quién fue partícipe del daño causado a la región del Lago Chad en África en el año 2014, con sus ataques contra civiles, secuestros, reclutamiento forzado.
Acercándonos un poco más a la actualidad, en Palestina están grupos como Hamás, quienes mantienen una campaña de ataques contra Israel.
Asociado a sus maniobras violentas, los grupos terroristas también se han involucrado en las redes sociales, pues la propaganda en línea, es una herramienta usada por los grupos terroristas para reclutar y difundir su ideología.
Por ejemplo, Estado Islámico, utiliza las redes sociales a su favor, lo cual no sólo les permite influir, sino también estar en posesión de algunos medios de comunicación (¿Cómo Recluta El ISIS a Sus Miembros?, 2022).
Incluso también buscan influir en menores a través de videojuegos como “Call of Duty” y películas de ficción para promover los actos terroristas desde edades tempranas.
Ante la amenaza que representan estos grupos, se han realizado intentos para derrocarlos; un caso emblemático de la guerra contra el terrorismo, fue la guerra de Afganistán e Irak. Tras los atentados de las Torres Gemelas, Estados Unidos lideró una intervención en 2001 para lograr desmantelar a Al-Qaeda y al régimen talibán que los amparaba en ese momento. Si bien inicialmente se logró este objetivo, la situación en Afganistán se complicó mucho más después de la retirada de Estados Unidos en 2021, y el regreso de los talibanes al poder. Esto permitió que Al-Qaeda y Estado Islámico tengan oportunidad para lograr aumentar su poder e influencia en la región.
Sin embargo, también existen casos de cooperación exitosa, como la Operación Barkhane, dirigida por Francia desde 2014 contra grupos yihadistas en el Sahel africano. Esta operación sí logró su objetivo inicial, neutralizar a cientos de terroristas en la región.
Así como las operaciones militares, es crucial implementar estrategias no violentas como programas de prevención de radicalización, especialmente entre los jóvenes vulnerables. Dinamarca en particular, ha implementado el “Aarhus Model”, el cual es definido como “la estrategia para la prevención de la Radicalización y el Extremismo violento en la Ciudad de Aarhus, Dinamarca” (Hedayah, 2017). Y tiene como finalidad detectar e intervenir contra el reclutamiento, extremismo violento, etc.
Además de estas acciones preventivas, otra estrategia clave es cortar las fuentes de financiamiento de los grupos terroristas, cosa que podría lograrse a través de la cooperación financiera internacional. Además, abordar las causas principales del terrorismo, como la pobreza, la marginación, los conflictos regionales, por medio de esfuerzos de desarrollo y resolución de conflicto para mitigar esta amenaza a largo plazo. Uno de los principales desafíos es lograr la aplicación de medidas antiterroristas efectivas que a la vez amparen los derechos y libertades fundamentales de las poblaciones.
Las sanciones económicas y la presión diplomática, buscan aislar a regímenes que promuevan el terror a través de la prevención de la radicalización violenta mediante programas educativos en países como Bélgica, Dinamarca y Reino Unido, quienes buscan reintegrar socialmente a los individuos en riesgo de unirse a organizaciones terroristas.
Para derrotar la amenaza global del terrorismo, es necesaria una respuesta coordinada y multifacética de la comunidad internacional. Si bien es cierto que se han logrado algunos avances mediante acciones militares antiterroristas, estos esfuerzos deben complementarse con estrategias integrales que aborden las causas profundas que motivan el extremismo violento. Las medidas diplomáticas y legales serán fundamentales para cortar las fuentes de financiamiento, y aislamiento de estos grupos, lo cual exigirá una coordinación y cooperación contínua por parte de los gobiernos, organizaciones internacionales y demás actores involucrados.
¿Cómo recluta el ISIS a sus miembros? (2022.). Global Affairs and Strategic Studies. https://www.unav.edu/web/global-affairs/como-recluta-el-isis-a-sus-miembros
Expósito, J. (2021). Reclutamiento yihadista en redes sociales. Cuadernos de la Guardia Civil: Revista de seguridad pública, 55-70. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7811970
Fernández, A. (2019). Análisis comparativo de la lucha contra el terrorismo en Irlanda y España: IRA y ETA [Trabajo de fin de grado]. Universidad Pontificia Comillas.
Hedayah. (2017, May 9). The Aarhus Model – Hedayah website. Hedayah Website. https://hedayah.com/program/the-aarhus-model/
OHCHR. (2023.). Terrorismo y extremismo violento. https://www.ohchr.org/es/topic/terrorism-and-violent-extremism
Pereira, J. C. (2013). Diccionario de Relaciones Internacionales y Política Exterior. Ariel