Durante mucho tiempo, se pensó que Ecuador estaba a salvo del narcotráfico, pero en los últimos tiempos ha experimentado un cambio importante al convertirse en un lugar clave para el tráfico de drogas. Actualmente, se registran al menos 22 bandas que compiten por el control territorial. 

En noviembre del 2023, Daniel Noboa se convirtió en el presidente más joven de la historia de Ecuador, con la promesa de abordar con determinación el problema del narcotráfico. Fue elegido para completar el periodo de 18 meses que quedaba del mandato de cuatro años de su predecesor, Guillermo Lasso.

Según las cifras gubernamentales, en 2023 el número de muertes violentas ascendió a 8,008, casi el doble en comparación con el año anterior. Este preocupante incremento en la violencia también ha dejado su marca en el ámbito político, como lo evidenció el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio el año pasado, cuyo enfoque estaba centrado en la lucha contra la corrupción.

Las autoridades señalan que esta situación alarmante se atribuye al crecimiento en la influencia de las bandas de traficantes de cocaína, las cuales han desestabilizado áreas significativas de Sudamérica. Dentro de las cárceles ecuatorianas, estas bandas han aprovechado la falta de control estatal para consolidar su poder, dando lugar a un aumento de la violencia entre los reclusos. Guayaquil, la ciudad costera considerada la más peligrosa del país, se ve particularmente afectada debido a que sus puertos son centros de contrabando de drogas.

En este contexto, el Presidente ha emitido el decreto de “conflicto armado interno”, concediendo estatus beligerante a las bandas y facultando al gobierno para tomar medidas efectivas contra ellas. En respuesta a la creciente inseguridad, Noboa ha presentado su “Plan Fénix”, una estrategia integral que incluye la creación de una nueva unidad de inteligencia, el suministro de armas tácticas a las fuerzas de seguridad, la construcción de prisiones de alta seguridad y un fortalecimiento de los controles en puertos y aeropuertos. A pesar de que el costo estimado asciende a 800 millones de dólares, Estados Unidos contribuirá con 200 millones de dólares en armamento para el ejército ecuatoriano.

La desaparición reciente de Adolfo Macías, también conocido como “Fito”, líder de la banda criminal Los Choneros, de una prisión donde cumplía condena, ha generado inquietud y llevado a las autoridades a emprender esfuerzos para localizarlo. Además, se han producido situaciones violentas en varias prisiones, con al menos 178 trabajadores penitenciarios siendo secuestrados y liberados recientemente la noche del sábado 13 de enero. Por otro lado, la violencia se ha extendido a las calles, con dos policías muertos en la provincia de Guayas, donde se encuentra Guayaquil, y siete policías secuestrados en todo el país. 

La negativa de Daniel Noboa a negociar con “terroristas” ha aumentado la tensión, y la violencia ha alcanzado incluso a los medios de comunicación, con un grupo armado irrumpiendo en un estudio de televisión durante una transmisión en vivo agravando la ya delicada situación. La confirmación de explosiones en varias ciudades de Ecuador ha contribuido a intensificar la crisis, generando un clima de inseguridad y preocupación en la población.

Asimismo, la administración de Noboa argumenta que esta ola de violencia está directamente vinculada a los planes de construir una nueva cárcel de alta seguridad destinada a albergar a líderes de bandas actualmente encarcelados. Además, el presidente Noboa anunció el 10 de enero que Ecuador iniciará la deportación de prisioneros extranjeros, especialmente colombianos, con el objetivo de reducir la población carcelaria del país.

Este conjunto de decisiones y eventos ha creado un ambiente de tensión y confrontación, exacerbando las hostilidades en la sociedad ecuatoriana. La situación se torna más compleja al involucrar no solo cuestiones de seguridad interna, sino también relaciones exteriores con la deportación de prisioneros extranjeros.

Después de la toma del canal de televisión y la violencia que se desarrolló en las calles, los militares de las Fuerzas Armadas ingresaron a las cárceles puesto que la cuna del desorden en el país, han sido los prisioneros como cabecillas de distintas organizaciones criminales. Ante esta instancia, el presidente Daniel Noboa ha tomado medidas con el fin de controlar el Sistema Penitenciario del país, como también el orden público. Aseguró que al menos 38 países estarían haciendo una asistencia internacional entre estos, Estados Unidos y Argentina. Por otro lado, incluye la condición de ingreso de extranjeros a Ecuador, para esto deberán presentar un certificado de antecedentes penales (Ministerio del Interior) como también se subirá al menos de un 12% a un 15% el pago de los impuestos, punto que ha sido cuestionado por parte de la población hacia el Presidente debido a la declaración de que no anhela “ahogar de impuestos” a los ecuatorianos.

Los sucesos que han ocurrido en el país como historial tiene muchos puntos que son cuestionables. En el 2018, se realizó el operativo Camaleón el cual se descubrió una red de militares ya sean activos o pasivos que estaban dentro de la venta ilícita de armas de guerra a otros grupos irregulares de la frontera norte entre Ecuador y Colombia. Como también la desaparición de distintivas armas pertenecientes a la Armada Nacional u otros sucesos que aún ahora no se han hallado, ante esto el Embajador de Estados Unidos, Michael J. FitzPatrick, denominó hacia aquellos militares y policías que se encuentran dentro de mafias; “Narco generales”.

Por otro lado, tras desatarse la violencia por las calles; la presidenta del Perú, Dina Boluarte, declaró rápidamente Estado de Emergencia en toda la frontera norte del país y solicitó enviar lo más pronto posible a los Ministros de Defensa e Interior con el fin de coordinar las medidas de resguardo en las fronteras, también dispuso de un contingente de policías que pueda ayudar en relación al control del tránsito en las personas.

Dentro de las regiones ecuatorianas más afectadas por los acontecimientos terroristas, destacan Guayaquil, Cuenca, Loja, Esmeraldas, Los Ríos, Machala y Riobamba, según informa BBC News Mundo (2024).  Guayaquil, una de las ciudades más importantes de Ecuador, se ha constituido, al parecer, como el epicentro del terrorismo. Ya desde los últimos años, se conocía que en esta ciudad poco a poco iba aumentando el peligro delincuencial. Sin embargo, tras la declaración de conflicto interno dictada por el presidente Daniel Noboa ante la fuga del narcotraficante ‘Fito’ Macías, Guayaquil ha sido escenario de explosiones y hasta del secuestro del canal estatal TC Televisión el 9 de enero. Por si fuera poco, ocho días después lamentablemente el fiscal que investigaba la toma del canal, César Suárez, fue asesinado por sicarios cuando volvía a casa.

Este hecho pone de manifiesto una vez más el intenso clima de terror que se vive en el país vecino donde se ha desatado prácticamente un conflicto a morir entre la seguridad estatal y el mundo del hampa. Por otro lado, la mayoría de convictos prófugos han escapado de cárceles de Riobamba y Esmeraldas, de los cuales han sido nuevamente capturados 32 prófugos de 87, según indica la Agencia EFE (2024). Asimismo, el resto de ciudades como, por ejemplo, Cuenca o Loja han sufrido principalmente explosiones y secuestros de policías.