Diplomacia musical: Una perspectiva de interconexión
- Silvia Cifuentes
- 15 de noviembre del 2024
En la actualidad la sociedad enfrenta diversas índoles relacionadas al conflicto y la crisis, en ese mismo contexto surgen mecanismos entre los países para así perdurar el desarrollo cultural. Un medio que promueve el desarrollo de la cultura entre naciones es la música porque se ha convertido en la esencia del desarrollo de estas, esto se puede ver reflejado en la influencia existente dentro de los procesos de búsqueda y fortalecimiento de la identidad a nivel general (Avilés, 2024). Desde tiempos inmemorables la música ha sido representada como un anexo artístico que permite la meditación del accionar de actores internacionales dentro del mecanismo del sistema internacional. Es decir, a través de la música se ve una estrecha relación con el cambio de comportamiento, emociones, ideología, identidad u otras áreas. Este fenómeno dentro de una perspectiva de interconexión puede ser vista como una herramienta apta para influenciar al ser humano tanto de forma consciente como inconsciente. Es así que surge el concepto de diplomacia musical que hace referencia al uso de este medio para promover la paz, los intereses, la democracia, cultura y comprensión entre los países. Este concepto se basa en la premisa de que la música puede ser entendida como un lenguaje universal que sobrepase lo político y social.
La diplomacia musical tiene sus orígenes en Estados Unidos durante el período de la Guerra Fría en 1950, dado que los músicos estadounidenses que principalmente se relacionaban con las orquestas y grupos de jazz se veían motivados ofreciendo ritmos y solos promoviendo el intercambio cultural y asimismo mayor comprensión entre los países. Es así que el Departamento de Estado de Estados Unidos invitó a grandes representantes del jazz como Louis Armstrong, Duke Ellington, Dizzy Gillespie y Sarah Vaughan (Embajadores del Jazz) para realizar viajes por lugares con el objetivo de contrarrestar la influencia soviética como: África, Europa, Oriente Medio, América del Sur y el Sur de Asia. Además, durante este proceso visitaron escuelas e hicieron colaboraciones con músicos locales (Shareamerica, 2023).
Hoy por hoy, la diplomacia musical permanece con iniciativas como las giras internacionales de músicos que representan valores nacionales. Un ejemplo distinguido acontece en países como Corea del Sur en dónde se ha hecho uso del K-pop para obtener una posición estratégica en el mundo y mayor influencia global, a través de este género musical se promueve el interés por la cultura coreana y así mismo se demuestra la extensión del poder blando más allá de la música y cultura. Cabe recalcar que el uso de la música también está presente en otras formas de entretenimiento como las series, películas y otros medios que fomentan el fortalecimiento de la identidad y cultura. En ese contexto países como India, Turquía o Japón han destacado en cuánto al uso de la diplomacia musical y cultural como una herramienta útil para la política exterior, dado que no solo se proyecta una imagen positiva de un país, sino que a su vez se pretende fortalecer los lazos interculturales en un espacio mundial en dónde hay mayor globalización e interconexión. Sumado a esto también se busca implementar la diplomacia musical a través de festivales de música, conciertos internacionales y colaboraciones entre artistas de diferentes países. Como ejemplo se tienen las colaboraciones de músicos con una perspectiva llevada hacia el camino de la paz y de causas sociales, es así que se promueven mensajes positivos para establecer mayor conexión entre los oyentes globales. Esto se puede reflejar en una de tantas canciones que promueven el mismo mensaje que es conocida como “We are the world” que fue grabada en 1985 y compuesta por Michael Jackson y Lionel Richie con el objetivo de recaudar fondos para la hambruna que se vivía en África, específicamente en Etiopía.
En el Perú la diplomacia musical ha sido una herramienta significativa para promover la identidad cultural peruana en el extranjero, fortalecer los lazos diplomáticos y proyectar una imagen positiva del país en el mundo. La música peruana es rica en diversidad y a través de esta se proyecta la tradición en la que se representan matices de la cultura. Géneros como el huayno, el vals criollo, la marinera y la música afroperuana han sido enriquecedores para la diplomacia musical peruana, dado que estos estilos representan la diversidad geográfica, étnica y el mestizaje que caracteriza su identidad cultural. Además artistas peruanos como Yma Sumac, Susana Baca, Eva Ayllón, Lucho Quequezana y el más reciente Juan Diego Flórez, se han adaptado a la realidad internacional como embajadores culturales, promoviendo la música peruana y colaborando en proyectos de transparencia internacional.
En conclusión, la diplomacia musical es una herramienta que se introduce al poder blando para fomentar la influencia e interconexión tanto de manera directa como indirecta. Es un medio estratégico en la modernidad, dado que se combina el poder de la cultura y la comunicación en una forma de incidencia permanente y accesible. A través de ella, los países pueden proyectarse de manera positiva, construir la cultura y vínculos sólidos, así como también abogar por un entorno internacional más cooperativo. En el Perú se ha logrado consolidar la presencia cultural en el mundo, promover el respeto y admiración por las tradiciones y así fortalecer la imagen de un país acogedor.
Avilés, R. (10 de julio del 2024). La diplomacia musical: un as bajo la manga en las relaciones internacionales. Ceinaseg.
https://ceinaseg.com/la-diplomacia-musical-un-as-bajo-la-manga-en-las-relaciones-internacionales/
Share america. (25 de septiembre de 2023). Diplomacia musical; Ayudar a ver ‘La humanidad en los demás’. Shareamerica.
Telechea, J. (20 de abril del 2020). La Música abre mundos. Sobre la conformación de relaciones culturales internacionales. Mundo clásico.