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Gran bloque latinoamericano: ¿posibilidad o sueño?

Gran Bloque Latinoamericano ¿posibilidad o sueño?

El gran dilema de la voluntad de cooperación latinoamericana
Fuente: DW.com

La polarización política en Latinoamérica ha estado presente por décadas, pero ¿Cuándo se vuelve esto realmente en un problema? El problema tiene raíz en la radicalización de las diversas ideologías, pues de esta manera afectan directamente a la democracia. Esta polarización existe debido a la gran desconfianza que generan los partidos políticos hacia su nación; la gran historia dictatorial, que tuvo al crimen político como consecuencia, en América Latina sigue teniendo efecto y a pesar de pasadas las décadas, sólo se ha logrado un consenso mínimo, lo que presenta mayor dificultad a la hora de lograr objetivos comunes. Otro factor, es el hecho de que los gobiernos latinoamericanos varían mucho en su política, son tan diferentes unos de otros, que genera una gran incertidumbre por parte del pueblo en cuanto a en quién deben depositar su confianza. Sabiendo esto, ¿Es ridículo pensar en la posibilidad de un gran bloque latinoamericano a futuro? Para responder esa pregunta, debemos conocer primero los dos grandes bloques ya integrados que se encuentran en Latinoamérica: el de izquierda y derecha.

La ideología de izquierda en Sudamérica se ha visto muchas veces relacionada con gobiernos dictatoriales, por lo que nos parece importante mencionar que este no es el caso. Los gobiernos de izquierda se diferencian mucho entre países, no podemos comparar el gobierno centro-izquierdista de Fernández en Argentina, con el de Ortega en Nicaragua; por ejemplo, que ha sido considerado como dictadura por Joe Biden. (2021)

Teniendo esto en cuenta, nos parece importante mencionar que esta diferenciación es gran causa de la falta de integración entre Estados en Sudamérica. En el caso de Venezuela, es imposible ignorar que la ideología de su gobernante afecta en lo absoluto en su política exterior, pues el no permitir la intervención de organizaciones internacionales afecta directamente en su integración con los demás estados de la región.

En Sudamérica encontramos dos alianzas de izquierda, Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA) y La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) . El primero lo conforma Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, y Santa Lucía, y tiene como objetivo la integración de Estados como vías para el desarrollo de Latinoamérica, dejando de lado los intereses de las empresas, para favorecer a la nación. El UNASUR se encuentra conformado actualmente, por 5 países: Bolivia, Guyana, Surinam, Uruguay y Venezuela. De los que anteriormente eran parte Ecuador, Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Perú y Paraguay. Esta institución de integración tiene como objetivo eliminar la desigualdad socioeconómica, a la vez que se contemplaba la formación de un Parlamento Sudamericano mucho antes de que la mitad de sus miembros decidieron irse por distintos motivos.

En los gobiernos de derecha de América Latina, se puede observar un pensamiento muy marcado, este se basa en el conservadurismo. La derecha conservadora en América Latina se encuentra en auge, debido a los altos niveles de violencia política en décadas anteriores. Una alianza que permite la integración de países de derecha en Sudamérica, es El Mercado Común del Sur (MERCOSUR) fundado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay con el Tratado de Asunción; luego fueron incorporados como asociados Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Bolivia, que se encuentra en proceso de adhesión. Este mecanismo de integración tiene como principal objetivo generar oportunidades comerciales mediante la importación y exportación de recursos entre estados de la región, en busca de inversiones del mercado internacional.

Por otro lado, el Foro para el Progreso de América del Sur (PROSUR), cuyos Estados miembro son Brasil, Perú, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana y Paraguay; buscan mediante este denominado mecanismo y espacio de diálogo, el crecimiento y desarrollo a través de la integración. En este destacan dos rasgos muy marcados, el liberalismo económico y el conservadurismo político.

Los países que conforman Latinoamérica tienen muchas similitudes, ya sean culturales, idiomáticas y problemas sociales, sin embargo, muchos se preguntarán ¿Por qué Latinoamérica no puede establecer un bloque de integración tan sólido como el que tiene Europa? La respuesta es muy sencilla y es debido a la polarización política y a la constante búsqueda de soluciones nacionales en lugar de la integración. Actualmente, existen dos bloques muy marcados, izquierda y derecha, ninguno de ellos cede a la cooperación, ejemplos como Venezuela y su rechazo a la ayuda social o al diálogo con naciones como Estados Unidos. Vemos la aparición de organizaciones que buscan la creación de una zona de libre comercio y de integración como: la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), el Mercado Común Centroamericano (MCCA), la Comunidad Andina de Naciones (CAN), Unión de las Naciones Sudamericanas (Unasur), pero ninguna está conformada por todos los países que integran Latinoamérica. Cuando uno de ellos fracasa, no se analiza el por qué y no se hacen reformas para la mejora, solo se opta por dejarlo olvidado y crear uno nuevo con objetivos similares. En cambio, la Unión Europea (UE) dispone de un mercado único con libre circulación, una moneda compartida por la mayoría de sus miembros, una política exterior y de seguridad común. Este es un ejemplo de integración que está aún lejos de suceder en Latinoamérica pero que sería lo ideal si se consigue alcanzar la cooperación.

Por otro lado, en África también podemos apreciar esta cooperación, siendo la de mayor alcance la Unión Africana (UA) con 55 países miembros. Además, la Comunidad Económica Africana (CEA) agrupa ocho bloques comerciales regionales, siendo los más reconocidos: la Comunidad de los Estados Sahel-saharianos (CEN-SAD) con 29 miembros, el Mercado Común de África Oriental y Austral (COMESA) con 21 miembros y la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) con 16 miembros. Mediante el tratado de Abuya, se ha consolidado y organizado esta integración dividiéndola en 6 etapas que serían concluidas en 2034. Estas etapas abarcan desde la creación de dichos bloques regionales hasta el posible establecimiento de un Mercado Común Africano, una moneda africana única y un Parlamento Africano, siguiendo el modelo europeo. Sabemos que este continente no posee países desarrollados, es más, es uno de los que más índices de pobreza presenta, sin embargo, pueden lograr una fructífera cooperación internacional con la unificación. Con este ejemplo, observamos que solo es una excusa decir que Europa es capaz de lograr esta integración debido a su desarrollo, ya que vemos esta cooperación en continentes como África, sería posible lograr esta integración si existiera la disposición y compromiso que tienen dichos continente.

Tomando todo lo dicho en consideración, podemos concluir que la polarización de los países latinoamericanos es el factor principal que impide el proceso de integración regional. Los pensamientos de izquierda y derecha son parte fundamental de las muy distintas políticas exteriores que tienen los países de esta gran región, son estas posturas las que se encargan del manejo de los Estados y de cómo estos pueden tener o no distintas relaciones con los demás. Consideramos que es muy importante tomar como ejemplos el modelo de integración europea tanto como el africano, debido a que estos nos muestran cómo es que se debería trabajar en Latinoamérica.

Finalmente, creemos que sí sería posible esta integración pero si, y sólo si absolutamente todos los países están dispuestos a colaborar, pensando principalmente en una cooperación internacional antes de sus ideologías, sin interponer sus posiciones políticas. Esto es muy poco probable conociendo las distintas crisis por las que están pasando, dónde se observa el abuso de poder y utilizar de escudo las ideologías para llevar a un país a la completa ruina. sin embargo, no descartamos el posible diálogo entre ellos para tener un proyecto de integración a futuro que pueda sacar a relucir el potencial que tiene Latinoamérica y lograr establecer una buena posición en la comunidad internacional.

Míralo resumido en nuestra infografía:

1 comentario en “Gran bloque latinoamericano: ¿posibilidad o sueño?”

  1. Muy buen articulo ,considero que el ejemplo de la Unión Africana le da una enseñanza a los Estados Sudamericanos , ya que nos aclara que para exista una integración regional no es necesario un alto nivel de desarrollo como en la(UE) si no mas bien que todas las partes estén de acuerdo a trabajar juntas dejando de la lado las diferencias y buscando el desarrollo conjunto de todas las partes . Ojala la idea de un gran bloque Latinoamericano deje de se una utopía y se convierta en una realidad .

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