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El proceso de Independencia en el Perú: Las élites criollas y la población indígena a inicios de siglo XIX

EL PROCESO DE INDEPENDENCIA EN EL PERÚ: EL ROL DE LAS ÉLITES CRIOLLAS Y LA POBLACIÓN INDÍGENA

La participación de diferentes grupos sociales en el proceso independentista y la posterior integración de la sociedad peruana

En la narrativa histórica y en determinados estudios realizados a través de los años, el papel preponderante oscilaba entre los criollos y personajes extranjeros que adicionado con los sucesos coyunturales de la época dieron paso a que se desarrolle la Independencia del Perú. Ciertos autores como Scarlett O’Phelan, Vicente Orbegoso e Ivana Frasquet han realizado un enfoque especial en los grupos sociales que mantuvieron una importante actuación y desenvolvimiento antes y durante el proceso independentista en el Perú. 

La participación de la población indígena tuvo lugar en regiones y circunstancias específicas esto se debe a que realizaron alianzas estratégicas y movimientos de resistencia con las élites criollas a inicios del siglo XIX. Frente a esto, se plantea cuáles fueron los motivos por los que se realizaron estas alianzas teniendo en cuenta una sociedad colonial dividida en clases. Una de las respuestas se halla en la influencia de los intereses económicos y políticos de las élites criollas que fueron determinantes en el proceso de independencia y el cual se busca realizar un análisis para formular una reflexión acerca de cómo estos intereses resonaron la estructura social y política de la épocas hasta hoy en día.

Es importante subrayar el impacto que tuvo la desigual estructura de poder basada en la etnia y el estatus socioeconómico que repercutió en la formación de la identidad peruana y en la percepción que la población tenía acerca de su lugar en la sociedad de la época. Este sistema garantizó el poder y privilegio a las élites criollas, descendientes de españoles nacidos en América que adquirieron riqueza y poder, ocupando posiciones destacadas en la sociedad colonial peruana lo que les proporcionó una influencia considerable y una mayor capacidad para impugnar el dominio español y buscar la autonomía y la participación en los asuntos políticos y económicos del país.

Las élites criollas y su papel en el proceso de Independencia

El proceso de independencia de Perú no fue uniforme entre las élites criollas. Por un lado, algunos sectores conservadores optaron por mantener su posición privilegiada y sus vínculos con la corona española, por otro lado, un grupo apoyaba la independencia total de España aunque su visión de la sociedad peruana post-independencia era limitada en términos de inclusión y reconocimiento de otros grupos étnicos y sociales, como indígenas, mestizos y afrodescendientes, que también aspiraban a una verdadera igualdad y justicia social. 

A pesar de estas limitaciones, los criollos fueron figuras clave en la organización de los movimientos independentistas y desempeñaron un papel importante en la formación de juntas de gobierno. Gracias a su influencia social y política fue posible movilizar a la población, buscando tener una mayor autonomía, participación en los asuntos políticos y económicos del país y coordinar las acciones contra el dominio español. Es importante señalar que su liderazgo no necesariamente se centró en perseguir una transformación social profunda y equitativa, pues la visión de los sectores conservadores criollos en su mayoría optaron por respaldar la desvinculación del sistema implantado en la colonia sin contar el elemento de inclusión y reconocimiento de otros sectores sociales. De esta manera se hace visible la no disposición por desafiar el sistema de castas y desigualdades sociales existentes, manteniendo así su dominio y buscando un mayor control y autonomía del comercio y las riquezas en la extracción de los recursos naturales, aún así, se reconoce la capacidad de unir a diferentes grupos sociales en un objetivo común de emancipación.

La Junta de Lima, creada el 15 de julio de 1811, fue una de las primeras juntas formadas en Perú, compuesta en su mayoría por criollos y dirigida por José de la Riva-Agüero. Su principal objetivo era mantener el orden y el gobierno en ausencia de un gobierno central en España. No obstante, su duración fue corta, pues tuvo que enfrentarse a la resistencia de los españoles peninsulares y las tensiones internas entre los diferentes grupos políticos. Tras su caída, surgieron otras en distintas partes del país como la Junta de Gobierno de Cusco en 1812, presidida por Mateo Pumacahua, un cacique indígena que pretendía representar los intereses de la población indígena y se enfrentó al reto de conciliar las demandas de los diferentes grupos étnicos de Perú. Otra fue la Junta de Gobierno de Trujillo, creada en 1820 y dirigida por el general José Bernardo de Tagle que desempeñó un papel crucial en el proceso de independencia del país y sentó las bases para la creación de un gobierno nacional, lo que contribuyó significativamente a la independencia de Perú y allanó el camino para su proclamación.

Estos gobiernos de junta representaron un paso importante hacia la autonomía y el autogobierno de Perú. Aunque tenían composiciones y objetivos diferentes, todas ellas buscaban asegurar la estabilidad política y mantener el orden en un periodo de incertidumbre y transición. Las juntas de gobierno no fueron un sistema permanente de gobierno, sino una medida transitoria en un momento de crisis política. A medida que avanzaba el proceso de independencia, se celebraron debates sobre la forma de gobierno más adecuada para Perú. Estos debates culminaron con la proclamación de la República del Perú en 1821 y la adopción de una constitución que establecía un régimen republicano.

La población indígena y su participación en el proceso de Independencia

Por su parte, Scarlett O’Phelan (1985) destaca que hubo una necesidad de establecer una alianza entre la élite criolla con la élite indígena durante los movimientos anti-coloniales como la rebelión de Tacna en 1811 y la rebelión de Cusco en 1814, sin embargo esta necesidad fue limitada o mínima ya que representaba posibles riesgos a la élite criolla para su posición predominante en la estructura social (p. 171-173). La necesidad se traduce en la demanda de tropas y provisiones, que fue cumplida gracias al estrecho contacto con criollos que convocaron a mestizos y la población indígena durante los intentos de insurrección contra el virrey Abascal y las fuerzas opositoras. 

Durante la rebelión de Tacna de 1811, se destaca la organización y la movilización de la población indigena liderada por Francisco Antonio de Zela, conformando así una dirigencia criollo-indígena de la mano de Toribio de Ara en el ámbito militar, siendo denominada el ala patriótica en Tacna (Seiner, 2013). Por su parte, en el caso de la rebelión del Cuzco de 1814, fue liderada por los hermanos Angulo aliados con Mateo Pumacahua, un cacique que tenía llegada a una masa popular con la que se pudo hacer frente a la oposición local. Los objetivos e intereses diferían de acuerdo a cada líder, por un lado se buscaba separar la región del Cuzco de la influencia hispana convirtiendo un nuevo Estado soberano retirando a peninsulares y europeos de los cargos de poder y así y por otro lado, se buscaba implementar lo establecido en la Constitución de Cádiz de 1812 (Hamnett, 2016), como la abolición de la esclavitud, reconocimiento de la protección de derechos de diversos grupos sociales y garantizar el acceso a la justicia.

Ante los posibles motivos por el cual estos grupos compartieron un frente y de alguna manera establecieron alianzas se ubica la marginación que se desarrolló por la relegación de cargos en el sector político administrativo en el caso de los mestizos y en el caso de la élite indígena, si bien es un tema que sigue en discusión el enfoque se sitúa tenuemente en diferentes individuos que buscaban mayores privilegios en cargos públicos, tierras o posesión de sirvientes tanto con revolucionarios como con los contrarrevolucionarios. A partir de esto se visualiza la falta de cohesión entre los motivos de los grupos sociales por los que se buscaba emprender una lucha contra los españoles y la desvinculación de su sistema impuesto.

Por su parte, la formulación de las juntas de gobierno en Perú, desarrolladas con el fin de mantener el orden en un periodo de incertidumbre, son eventos donde se refleja y se visualiza los temas de importancia que estos grupos sociales promueven. Por un lado, las élites criollas en el caso de la Junta de Lima por mantener el orden y, por otro lado, la élite indígena con la Junta de Gobierno de Cusco, buscando representar los intereses y demandas de la población indígena. Ciertamente, estos eventos tenían objetivos diferentes, pero sirvieron como precedente hacia una autonomía y el surgimiento de movimientos independentistas en el caso de Cuzco y representa un acontecimiento importante 

Comprender los hechos como las tensiones, insurgencias, el malestar social o político que se gestaba en la época, así como los diversos motivos por el que se desarrollaron estos acontecimientos, sea por intereses particulares o forzados, invita a conocer acerca de la situación previa a la nuestra Independencia, ampliando la visión que fue instruida por años. A puertas de conmemorar la Independencia del Perú, lo extraído permite ampliar el conocimiento y comprender que los grupos sociales tanto criollos como población indígena, entre otras castas participaron en movilizaciones simultáneamente tanto en fuerzas realistas como en revolucionarias o patriotas.

El Perú ciertamente se enfrenta a retos constantes en términos de desigualdades socioeconómicas y exclusión social, por lo que es esencial conocer y tener en cuenta el legado histórico que la estructura de poder desigual de la época para así poder fomentar espacios de debate que promueva y contribuya a formular políticas integrales que promuevan la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, independientemente del origen o estatus socioeconómico. Por ende, es sustancial realizar un enfoque a nivel nacional en cuanto a la inversión en educación de calidad, garantizar el acceso a los servicios básicos, la promoción de la participación ciudadana y así reforzar el Estado de derecho y el bienestar integral.

Chust, M. Marchena, J y Schlez, M (2021). La ilusión de la Libertad: El liberalismo revolucionario en la década de 1820 en España y América. Biblioteca de Historia de América.

Frasquet, I. (2022). Las independencias iberoamericanas a debate: reflexiones sobre revoluciones y liberalismos en la década de 1820. Revista Brasileira de Historia.

MNAAHP. (2021). La independencia, bicentenario del Perú [Archivo PDF].

O’Phelan, S. (1985). El mito de la “Independencia concedida”: Los programas políticos del siglo XVIII y del temprano XIX en el Perú y Alto Perú (1730-1814). Pontificia Universidad Católica del Perú. HISTORICA Vol. IX N° 2.

O’Phelan et al. (2016). 1814: La junta de gobierno del Cuzco y el sur andino. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Seiner, L.(2013). Una rebelión a la deriva: fisuras y represión realista en Tacna, 1811. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú. 53-70.

Orbegoso Ayala, V.H. y Grados Tellez, E. (2022). Postura de la élite indígena durante la independencia del Perú. SCIÉNDO, 25 (2), 187-194.