La caída del London Bridge.

El 8 de setiembre del 2022, Inglaterra se viste de negro tras el fallecimiento de Isabel II, quien fue la más joven en acceder al trono, llegando a cumplir casi 70 años de reinado. Tras este suceso, la operación London Bridge ha dado la vuelta al mundo poniendo en la mira a la familia real, quienes tienen la responsabilidad de cumplir y acatar con una serie de protocolos y tradiciones que conllevan la defunción de la ex monarca.

Tras el lanzamiento de los 96 cañonazos, se dio a conocer que la operación London Bridge había comenzado, dando una despedida merecedora a Isabel II. Tras este suceso, el sitio web de la familia real se torno a negro confirmando también el deceso de Lilibet, como le decian sus amigos.

Para guardar respeto, tanto la bolsa de valores, la Cámara de los Comunes británicas y comercios dieron una pausa a sus obligaciones para rendir tributo a su salida del trono.

La operación puente de Londres se encarga de todos los preparativos que se vienen tras el anuncio oficial desde su inicio de partida, lo cual ve la administración oficial del anuncio del fallecimiento de la soberana, el periodo de luto, la cual tiene una duración de 10 días que rendirá todo el país e incluyendo actividades tales como, alzar a media asta las banderas, hasta el sepelio de la Reina Isabel II.

En el mencionado sepelio, pasará del Palacio de Buckingham al de Westminster en donde se mantendrá en la capilla ardiente por 4 días. Durante esos días, los miembros de la familia real se turnaran hasta el 19 de septiembre para cumplir con el velatorio del féretro. En este tiempo, el Big Ben hará sonar sus campanas a las 11:00 de la mañana en punto.

En la mañana del lunes 19 de septiembre, el ataúd, será trasladado en una procesión que se dirigirá a la Abadía de Westminster y así realizar el funeral de Estado. Entre los invitados al funeral están, los miembros de la familia real, altos políticos del país y jefes de Estado de diversos países. Después de esta ceremonia, habrá una procesión desde la Abadía de Westminster hasta Wellington Arch, lugar del que partirá el ataúd para viajar a Windsor.

El viaje a Windsor indica el fin de la procesión pues el coche que lleva el ataúd en donde descansa la Reína, será llevada por Long Walk para llegar a la Capilla de San Jorge la cual está ubicada en la Capilla de Windsor. Es en San Jorge donde se llevará a cabo el entierro religioso.

Estos pasos fueron dirigidos por el recién coronado, Rey Carlos III, que empieza su reinado a sus 76 años, así señalándose a si mismo como un monarca vetesto en asumir el trono, junto con su esposa Camila de Cornualles, que recibió el título de reina consorte. Tanto ellos como el resto de la familia real deberán cumplir con siete días más de luto después del entierro.

El día D+1 (un día después del fallecimiento de Isabel II) , Carlos III dio un discurso donde mencionó su sentir y profundo dolor por la pérdida de su progenitora, asimismo, dirigiéndose a la población mencionó que asumirá sus nuevas responsabilidades y que servirá al pueblo en lugar de mandarlo, así mostrandose persistente en su sentido del servicio al cambio social.

Por otro lado, el rey Carlos se ha sometido a una muy apretada agenda que lo ha llevado a cada una de las cuatro naciones del Estado, por lo que está en constantes viajes hacia Londres para poder acompañar las ceremonias en honor a su madre.

La comunidad internacional no se quedó atrás al rendir homenajes y respetos hacia la muerte de la Reina Isabel II. Fue António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, quien dijo: “Ella fue una presencia tranquilizadora a lo largo de décadas de cambios radicales, incluyendo la descolonización de África y Asia y la evolución de la Commonwealth”. (António Guterres, 2022)

Fue también el Papa Francisco quién mencionó, en una carta abierta a Carlos III, que la Reina Isabel fue “firme testimonio de fe en Jesucristo” y el primer ministro de Canadá expresó que el país del norte se enteró de la terrible noticia “con el mayor pesar”, mientras que Anthony Albanese, el primer ministro de Australia, recalcó la devoción de la reina al “deber, la familia, la fe y el servicio”. La primera ministra de Nueva Zelandia, Jacinda Ardern, no se quedó atrás con su mensaje y dijo en un discurso nacional que la reina había logrado definir “las nociones de servicio, caridad y coherencia”.

El presidente de los Estados Unidos junto con la primera dama, describieron a la reina como una “presencia estabilizadora”. Dijeron en su comunicado que “Su Majestad la reina Isabel II fue más que una monarca.

Michael D. Higgins, el presidente de Irlanda, dijo: “Su Majestad sirvió al pueblo británico con una dignidad excepcional. Su compromiso personal con su papel y su extraordinario sentido del deber fueron las señas de identidad de su periodo como reina, que ocupará un lugar único en la historia británica”. Este mensaje tiene un mayor peso si recordamos que en 2011, la reina se convirtió en la primera monarca de Gran Bretaña en realizar una visita de Estado a la República de Irlanda.

Diversos reyes, reinas y familias reales de otros países también han enviado sus mensajes de condolencia, entre los que se encuentran el rey Abdalá II de Jordania, el rey Felipe VI de España, la reina Máxima y la princesa Beatriz de los Países Bajos, los reyes Harald y Willem-Alexander de Noruega.