Fracturas diplomáticas: Repercusiones y desafíos entre el Gobierno de México y Ecuador

Las relaciones diplomáticas entre ambos países, hoy en día, pasan por uno de sus momentos más críticos luego de que las fuerzas policiales y militares ecuatorianas ingresaran a la fuerza a la embajada de México en Quito el pasado 5 de abril luego de que se diera sentencia y próximo asilo político al ex vicepresidente Jorge Glass; este evento sin precedentes supone una de las fracturas diplomáticas latinoamericanas más controversiales y preocupantes dentro de la comunidad internacional.

En consecuencia surgen las siguientes cuestiones: ¿De qué manera significó una grave violación a la Convención de Viena de 1961 dentro del marco del Derecho Internacional? y ¿Qué sanciones tendrá que asumir Ecuador frente a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ?

En primera instancia, las tensiones internacionales entre Ecuador y México escalaron rápidamente debido a las polémicas declaraciones del presidente de turno, Andrés Manuel Lopez Obrador, al sugerir durante su discurso que el asesinato del candidato Fernando Villavicencio, a quién acribillaron a la salida de un mítin en Quito, habría influenciado en la victoria del candidato Daniel Noboa en las elecciones presidenciales. Como respuesta a las declaraciones de AMLO, el gobierno ecuatoriano tomó la decisión de declarar “persona no grata” a Raquel Serur Smeke, embajadora de México en Ecuador a quién le dió un plazo de 72 horas para que se retire del país.

De conformidad con el artículo 9 de la “Convención de Viena”: 

El Estado receptor podrá, en cualquier momento y sin tener que explicar su decisión, notificar al Estado acreditante que el jefe o cualquier otro miembro del personal diplomático de la misión es persona no grata o que cualquier otro miembro del personal de la misión no es aceptable […] derivando en la respuesta del gobierno méxicano con la publicación de un comunicado calificando como “decisión desproporcionada” la disposición. 

Ante estas acciones, México publicó un comunicado en el que calificó como «desproporcionada» la respuesta ecuatoriana e informó que Roberto Canseco —jefe de la misión consular mexicana en Ecuador—, quedaría a cargo de la embajada. El comunicado también afirmaba que «luego de un análisis exhaustivo» de la situación, el gobierno de México había decidido otorgar asilo político al ex vicepresidente Glass, quien se encontraba refugiado en la embajada desde el 17 de diciembre del 2023.

En segunda instancia, el presidente de Ecuador Daniel Noboa mostró una actitud abierta a resolver la situación y a restablecer las relaciones diplomáticas con México; además, en un evento realizado en Madrid, España, el mandatario ecuatoriano dijo que busca un diálogo fluido con México, que se respete el principio de la no intervención y no se inmiscuya en temas judiciales internos. Añadió que sería una mejor postura retomar las relaciones diplomáticas para enfrentar juntos el problema del narcotráfico. Noboa afirmó: 

Nosotros con México queremos tener un diálogo de paz, sin que exista intervención […]. Si es que hay criminales condenados, nosotros no vamos a permitir tampoco, que la justicia—brazo en el cual yo no tengo nada que ver ya que soy el Ejecutivo— sea burlada.

A tales efectos, Alicia Bárcena Ibarra, diplomática mexicana, siguiendo las instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, anunció que México presentaría una demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), debido a las graves violaciones cometidas por la República del Ecuador contra la Embajada de México y su personal diplomático la noche del viernes 5 de abril de 2024. El presidente subrayó la necesidad de que: 

no se repita un hecho deleznable como el que sufrió México y en especial, su representación diplomática; que no se repita en ningún país del mundo; que se garantice el derecho internacional; que no se violen los locales, las embajadas de países en ninguna nación.

La canciller explicó que Ecuador debe rendir cuentas por su evidente violación a la inviolabilidad de la embajada mexicana y por los ataques físicos contra el personal diplomático, principalmente a Roberto Canseco Martínez y Eva Martha Balbuena Reyes, lo cual constituye una grave infracción al derecho internacional y a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas (CVRD). Agregó que Ecuador violó la CVRD al intervenir y escuchar comunicaciones privadas de la Embajada de México, desplegar un número excesivo de fuerzas policiales, especiales y militares alrededor de la embajada en días previos, y hostigar y perturbar a los miembros de su misión diplomática.

Asimismo, el gobernante mexicano se refirió a la resolución en la OEA, que califica la irrupción de la policía ecuatoriana en la embajada mexicana en Quito como violenta y condenando “enérgicamente” estas acciones. Acerca de la resolución, en la que sólo Ecuador se mostró en contra, López Obrador se manifestó, “Ayer mismo la OEA, aún con todo lo que significa la OEA, todos los gobiernos representados, incluso el secretario Almagro, Luis Almagro, que ha tenido una actitud muy conservadora y antidemocrática, condenó el hecho porque la verdad es injustificable” y criticó la postura del vicecanciller ecuatoriano, Alejandro Dávalos, quien según Lopez Obrador, pidió que se modifique el derecho internacional.

Por último, tras lo sucedido observamos repercusiones en la comunidad internacional al romper Nicaragua relaciones diplomáticas con Ecuador por orden del presidente Daniel Ortega, en respuesta a la supuesta violación de la Convención de Viena. Además de Honduras,  Estados Unidos, Canadá, Panamá y Guatemala han expresado su apoyo a México. Por consiguiente, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México solicitará a los 33 países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (excepto Ecuador) que se unan a la presión internacional.

Paralelo a ello, el Gobierno de Perú, en consonancia con su constante compromiso con el respeto a los principios y normas del derecho internacional y a la resolución pacífica de conflictos internacionales, rechazaron cualquier violación a las normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, las cuales aseguran procedimientos de buena convivencia entre los Estados.

En conclusión, vemos que las fracturas diplomáticas entre el gobierno de México y Ecuador conmocionaron a la comunidad internacional y que evidentemente dichos sucesos configuraron jurídicamente a una violación a la Convención de Viena de 1961, puesto que el asalto a la embajada mexicana en Quito supone un grave atentado a su soberanía nacional, rompiendo así con todo reglamento que se estipula dentro del marco del Derecho Internacional y el uso de los medios diplomáticos por medios pacíficos para la resolución de conflictos. 

Si bien Ecuador alegó que había decidido irrumpir en la embajada debido a que México concedió asilo diplomático a un individuo con orden de arresto. Sin embargo, el derecho al asilo no sólo comprende términos jurídicos sino principios de soberanía, relaciones diplomáticas y Derechos Humanos, por lo que se prevé actuar por medios pacíficos y no violentos, tal como dispone el Artículo I del Tratado Americano de Soluciones Pacíficas de 1948, del cual ambos son Estados Partes.

En suma, el asalto a la embajada supuso que el gobierno de México presentase una denuncia ante la CIJ, solicitando su pronto retiro como miembro de la ONU. No obstante, ello implica a su vez tiempo y financiación, por lo que por el momento se estima que las posibles sanciones puedan ser suspensiones o restricciones comerciales u amonestaciones económicas; además de las diplomáticas y políticas. En tanto es necesario reflexionar acerca de la importancia de las relaciones diplomáticas, el principio de soberanía en cuanto a su estricto cumplimiento y respeto en las relaciones internacionales.