Israel Declara Estado de Guerra con Palestina Tras Intensificación del Conflicto
- Gonzalo Otárola, Estrella Sarzo y Mishel Marcavillaca
- 7 de octubre de 2023
Contexto Histórico
El conflicto entre Israel y Palestina tiene sus raíces en la década de los 40 del siglo pasado, cuando los judíos comenzaron a ocupar ilegalmente los territorios asignados a los palestinos por las Naciones Unidas, esta ocupación resultó en la expulsión y discriminación de la población palestina. A lo largo de los años, Naciones Unidas ha instado repetidamente a respetar los derechos humanos de los palestinos y ha emitido numerosas resoluciones para buscar una solución al conflicto, aunque con resultados limitados.
La reciente escalada de violencia en la franja de Gaza, un territorio palestino dentro del estado de Israel, se desencadenó después de que fuerzas israelíes ingresaran a la mezquita de al-Aqsa en Jerusalén y arrestan a más de 350 personas, durante las oraciones nocturnas del Ramadán, hace aproximadamente 6 meses. En respuesta, el grupo Hamás, que controla Gaza, comenzó a lanzar cohetes hacia Israel, provocando una respuesta de bombardeos por parte de Israel en la franja de Gaza.
Acontecimientos
En un giro dramático de los acontecimientos, el gobierno israelí anunció el sábado la declaración del estado de guerra con Palestina después de una serie de enfrentamientos violentos que comenzaron con el mayor ataque del grupo terrorista Hamas desde la toma de la Franja de Gaza en 2007, el cual de acuerdo a medios locales israelíes ha resultado en la muerte de 150 personas y más de 1000 heridos. Mientras, que el contraataque israeli ha dejado hasta en las ultimas horas al menos 198 palestinos muertos y 1600 heridos de acuerdo al Ministerio de Salud palestino.
Como el 6 de octubre de 1973, Israel se ha visto sorprendida de forma monumental por un ataque que ha llevado a su Ejército a elevar este sábado su estado de alerta al de preparación para la guerra. La cifra de víctimas y secuestrados en Israel invita a pensar que la operación «sin precedentes» de Hamas tendrá como respuesta una operación de represalia «sin precedentes». El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, hizo el anuncio en un discurso transmitido por televisión, en el que subrayó el compromiso de Israel de defender a su pueblo y su territorio ante cualquier amenaza.
Los enfrentamientos se desataron en las primeras horas de la madrugada cuando las fuerzas israelíes llevaron a cabo una operación militar en el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania. Los palestinos respondieron con armas de fuego y lanzamiento de granadas, lo que desencadenó un intenso tiroteo que se prolongó durante horas. Simultáneamente, en Jerusalén, se registraron enfrentamientos entre palestinos y la policía israelí. Los palestinos lanzaron piedras y cócteles molotov hacia las fuerzas israelíes, que respondieron con el uso de gases lacrimógenos y balas de goma.
Este dramático aumento de la violencia ocurre en un contexto de creciente tensión en la región y en el marco del 50º aniversario de la guerra de 1973 entre Israel y los estados árabes. El gobierno israelí ha intensificado sus operaciones militares contra grupos palestinos en los últimos meses, mientras que los palestinos han respondido con una serie de ataques dirigidos a civiles israelíes.
El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, instó a ambas partes a «abstenerse de tomar cualquier acción que pueda poner en peligro la vida de civiles inocentes». Además, frente a está situación la comunidad internacional se ha pronunciado y en algunos casos tomado medidas. Por ejemplo en Argentina y Estados Unidos, donde existe gran cantidad de población judía, se han tomado medidas para reforzar la seguridad de las sinagogas y áreas de población judía para evitar las represalias.
Este conflicto entre Israel y Palestina es uno de los más antiguos y persistentes en la historia mundial. Se remonta a la creación del Estado de Israel en 1948, cuando muchos palestinos fueron desplazados de sus tierras ancestrales. Desde entonces, el conflicto se ha caracterizado por una serie de guerras, ataques terroristas y esfuerzos de negociación que, en su mayoría, han resultado en un estancamiento en la búsqueda de una solución pacífica duradera.
Reflexión Final
La escalada de tensiones y la declaración de estado de guerra entre Israel y Palestina nos recuerdan una vez más la urgente necesidad de encontrar una solución duradera para este conflicto histórico. Con décadas de sufrimiento humano a sus espaldas, el conflicto ha demostrado ser un callejón sin salida para ambas partes, dejando un rastro de dolor, pérdida y desesperación.
En este momento crítico, es imperativo recordar que la violencia solo perpetúa un ciclo destructivo que ha afectado a generaciones enteras de israelíes y palestinos. La comunidad internacional, los líderes mundiales y las organizaciones de paz deben redoblar sus esfuerzos para facilitar un diálogo significativo que conduzca a una solución justa y pacífica.
Este conflicto no tiene ganadores. Solo a través del entendimiento mutuo, la empatía y la voluntad de ceder en pos de un acuerdo que respete los derechos y las aspiraciones de ambas comunidades, será posible poner fin a este conflicto arraigado en la historia y construir un futuro más prometedor para las generaciones venideras.
En momentos de crisis, es importante recordar que la paz y la estabilidad son metas alcanzables, y que cada vida perdida en este conflicto es una pérdida que podría haberse evitado. La esperanza de una resolución pacífica sigue viva, y la comunidad global debe trabajar incansablemente para convertirla en una realidad para todos aquellos que han sufrido durante demasiado tiempo.