Jazz Ambassadors: El sonido de la diplomacia estadounidense en la Guerra Fría

Autor: Valenzuela Dongo, Adrián Mateo

Muchos conocerán al famoso músico Louis Armstrong, y al ver esta foto pensarán «oh, le está tocando la trompeta a su mujer con una esfinge detrás en Egipto, qué bonito», pero la historia detrás de la foto y todo lo que significó es más profunda de lo que parece. Durante el periodo de la guerra fría, Estados Unidos tenía que elaborar una jugada para poder contrarrestar la fuerza y propaganda soviética que pintaba a EE.UU como un país culturalmente bárbaro y racista. Es entonces que, en ese intento de proyectar una imagen positiva de su país, el gobierno financió un programa denominado «La diplomacia del Jazz», que consistía en enviar a varios músicos de jazz, principalmente afroamericanos a giras internacionales por todo el mundo, como representantes culturales de Estados Unidos (Alirejsovic, 2010).

Algunos de los músicos elegidos para este programa fueron: Dave Brubeck, Dizzy Gillespie, Duke Ellington, y músicos de la talla como Louis Armstrong y Benny Goodman también fueron partícipes. Todos ellos fueron denominados como “Los embajadores del Jazz”, y eran vistos como los representantes culturales, aunque no fueran embajadores oficiales, su misión era llevar un mensaje de superioridad cultural de su país, funcionando así, como un canal informal pero efectivo de diplomacia.

Como parte de la gira, el gobierno estadounidense encargó visitar primero países del sur de Europa, Oriente Medio y Asia del Sur, países como Pakistán, Yugoslavia o Grecia, fueron uno de los primeros lugares en el que los músicos iniciaron su gira, para luego posteriormente seguir con el continente Latinoamericano, donde llegaron a países como Argentina. Pero uno de los principales lugares a donde el gobierno quería llegar, era a la en ese entonces, Unión Soviética. Fue en 1962 que a la orquesta de jazz de Benny Goodman tenían programado dar un concierto en Moscú, y como se trataba de un acto diplomático, el Premier soviético Nikita Khrushchev tuvo que asistir, sin embargo, se mostró en todo momento frío e indiferente al jazz, porque no quería que los intentos americanos de proyectar su imagen triunfen. De igual forma, solo fue cuestión de días para que el concierto fuera un éxito, no solo ahí, sino que en todas partes del mundo donde dejaron caer la esencia de la improvisación con alma del jazz. Como resultado de las giras, Estados Unidos logró finalmente promocionar esa imagen positiva que deseaba en varios países, erradicando o cambiando de esa manera el modelo socialista que había en algunos lugares. Convirtiendo al programa Embajadores del Jazz como uno de los más exitosos.

Sin embargo, aquí entra la razón por cuál la imagen mostrada al inicio no es lo que parece: La ironía de promocionar músicos negros mientras persistía una segregación.

Mientras que en Estados Unidos persistía la segregación, usaban a los artistas afroamericanos junto a su talento como imagen o como “embajadores” de su país al exterior para ganarse la simpatía de los demás. Es por eso por lo que los puntos a los que EE.UU apuntaba al inicio, eran países tercermundistas o en contextos de descolonización, con el hecho de tomar una representación de libertad o desencadenamiento y así ganarse los aplausos más fáciles. Aunque este programa haya salido bien, se abre la siguiente incógnita: ¿Cómo se está desarrollando la relación entre la diplomacia y la música en la actualidad?

La música ha sido desde siempre, un medio de entendimiento mediante el empleo de un lenguaje universal que une a las personas más allá de cualquier tipo de barrera idiomática o cultural (Pérez Rubio, 2022). Esto se ha tenido muy en cuenta en la actualidad, de forma que podemos ver muchísimos programas que involucran a la música como medio diplomático. Algunos de los países que más presencia en este tema tienen son Estados Unidos y España. Hace 2 años, EE. UU lanzó un programa para expandir la equidad económica y la inclusión social a través de la música. Esta iniciativa incluyó giras internacionales de bandas y artistas locales, uso de la música como medio de enseñanza del inglés y programas de mentoría en distintas escuelas de todo el mundo. En cuanto a España, cuentan con organizaciones como el Instituto de Cervantes creada por el gobierno, que tienen el objetivo de enseñar la lengua española y difundir su cultura al resto del mundo mediante la música. Tienen presencia en más de 50 países, actuando como agente clave dentro de su diplomacia cultural. También es importante mencionar a las ONG´s y programas internacionales que se desarrollan en la actualidad, como puede ser el importante programa «Music as Cultural Diplomacy», con el objetivo de llegar a una cohesión social y diálogo intercultural mediante la música.

¿Y cómo se desarrollará a futuro?

La música en la diplomacia es una herramienta clave que no solo sirve para apaciguar conflictos bélicos de otra manera, sino que se ha demostrado que es un medio efectivo que poco a poco está ganando más y más relevancia. Va a ser un medio relevante de cara a futuros conflictos culturales, raciales y económicos. Un ejemplo claro es la famosa canción Imagine escrita por el legendario cantautor John Lennon en 1971, que fue un llamado a imaginar un mundo sin divisiones, sin religiones, sin conflictos; la canción se convirtió en un himno pacifista por todo el mundo. Es por ello que, mediante la diplomacia musical hoy en día, no es imposible lograrlo, se puede llegar a replicar la hazaña de Lennon, y poder hacer un llamado a la paz de manera efectiva y creativa.

Se podría decir que, el programa de los embajadores del jazz fue el primer intento de usar la música como instrumento diplomático, donde Estados Unidos logró ejercer una imagen positiva al mundo durante la guerra fría utilizando jazz. En la actualidad la música sigue siendo un medio diplomático exitoso, pero, sin embargo, necesita más visibilidad para poder seguir desarrollándose de manera efectiva a futuro. La música es un momento de desconexión y de relación, con una capacidad de mover culturas, trascender de ellas y ser mensajero de paz, unión y hasta incluso, de revolución. 

Referencias

Alirejsovic, A. (2010, mayo 13). New exhibit celebrates jazz ambassadors. Voice Of America. https://www.voanews.com/a/new-exhibit-celebrates-jazz-ambassadors-93697064/161911.html

Nuevatribuna. (2018, agosto 31). El Jazz y la diplomacia durante la Guerra Fría. Nuevatribuna. https://www.nuevatribuna.es/articulo/historia/jazz-diplomacia-guerra-fria/20180823191058155051.html

Pérez R. (2022, p.7) La música como herramienta de Soft Power en Relaciones Internacionales Diplomacia cultural y diplomacia musical entre la comunidad hispanohablante y angloparlante. Universidad Pontificia Comillas. https://repositorio.comillas.edu/xmlui/handle/11531/56838