“Karoshi”: La epidemia del exceso de trabajo en Japón
- Valeria Gonzales
- 25 de agosto de 2023
El “karoshi”, conocido en japonés como «muerte por exceso de trabajo», es un fenómeno alarmante que ha estado afectando a la sociedad japonesa durante décadas. Se refiere a las muertes causadas por enfermedades resultantes del estrés y la sobrecarga laboral, como ataques cardíacos y derrames cerebrales.
Este conjunto de acontecimientos a pesar de ser reconocido por el gobierno japonés desde 1987, sigue siendo normalizado en la cultura laboral del país. Cada año se reportan miles de víctimas, y se cree que la cifra real podría ser mucho mayor.
Las raíces del karoshi se remontan a la Segunda Guerra Mundial. En donde, tras su derrota, Japón sufrió una caída económica y la destrucción de su industria. Para reconstruirse, se impulsó una cultura donde el trabajo lo era todo. Los empleados laboraban largas jornadas en pro de recuperar la prosperidad anterior a la guerra. Esta dinámica creó un ambiente laboral tóxico donde la salud de los trabajadores pasaba a un segundo plano. (Cooper, 2016, citado por Gorvett 2016).
Con el tiempo, la sobrecarga laboral se normalizó. Las personas interiorizaron la idea de que pasar más horas en la oficina las hacía más honorables y productivas. Esto llevó al desarrollo del llamado «síndrome del trabajador devoto», donde la persona se entrega en cuerpo y alma a su empleador. Sumado a factores culturales como el sentimiento de deber hacia la empresa y el grupo, se gestó un caldo de cultivo perfecto para el karoshi.
Las estadísticas dan cuenta de la gravedad del problema.. El Ministerio de Trabajo de Japón (2015) reportó 2310 muertes por karoshi. Y una investigación estima que la verdadera cifra podría ser diez veces mayor. Además, el perfil de las víctimas ya no se limita solo a hombres de mediana edad como antes, sino que también incluye a más mujeres y personas jóvenes.
Desde el punto de vista médico, el exceso de trabajo puede desembocar en enfermedades a causa del estrés y la falta de sueño que genera. Algunas de sus causas son las largas jornadas laborales de más de 70 horas semanales, los escasos días de descanso, en donde los japoneses son los que menos duermen de media entre los países avanzados: casi la mitad de la población de 40 años duerme menos de seis horas diarias” (OCDE, citado por Eszter Wirth 2020) el trabajo también los fines de semana y la imposibilidad de separar la vida laboral de la personal. Esto somete al cuerpo a un desgaste que puede derivar en cuadros de ansiedad, depresión e incluso enfermedades más graves como infartos o derrames cerebrales, causantes del “karoshi”.
El caso de Miwa Sado conmocionó a Japón. Esta ejecutiva de 30 años de la cadena NHK falleció en 2013 tras trabajar 159 horas extras en un mes, con solo 2 días de descanso. Otro caso es el de Matsuri Takahashi, de 24 años, que se suicidó en 2015 luego de reportar en redes sociales que su compañía la obligaba a laborar fines de semana y hasta 20 horas diarias. Estos relatos reflejan experiencias reales del estrés y agotamiento que sufren los japoneses por culpa del exceso de trabajo.
El gobierno japonés ha implementado algunas medidas para hacer frente al karoshi. Se han aprobado leyes para limitar las horas extras a 45 por mes y se ha introducido un nuevo día feriado. Sin embargo, las empresas mayores pueden aumentar esas horas en épocas pico y muchos trabajadores no cumplen con los días de vacaciones establecidos. (Wirth, 2020)
Otras iniciativas incluyen la publicación de una lista de empresas infractoras y el pago de grandes indemnizaciones cuando se demuestra que una muerte se debió a sobrecarga laboral. No obstante, estas sanciones no siempre son efectivas ya que muchas horas extras reales no son registradas debido al uso de dispositivos móviles.
A nivel internacional, organizaciones como la ONU y la OIT han establecido convenios para la protección de los derechos laborales. La Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) consagra el derecho a un trabajo en condiciones justas y a tiempos de descanso. Sin embargo, en la práctica Japón aún viola estos principios.
Valores arraigados como considerar a la compañía como una familia, las largas jornadas para no salir antes que el jefe y el sentimiento de culpa al tomar vacaciones, dificultan que se cumplan dichas directrices. Además, el absentismo laboral se ha normalizado a través de prácticas como el «inemuri», dormir en el trabajo para compensar la falta de sueño.
El karoshi tiene un impacto económico a través de las compensaciones y la reducción de la productividad cuando los empleados enferman. También afecta psicológicamente a los trabajadores desencadenando depresión, ansiedad e incluso suicidio.
A pesar del reconocimiento del problema, se requieren medidas más drásticas que cambien la mentalidad arraigada. De lo contrario, esta epidemia continuará cobrando miles de vidas cada año en Japón y expandiéndose a otras regiones.
En otras palabras, el karoshi es una epidemia con graves consecuencias humanas, sociales y económicas para Japón. Aunque reconocido hace décadas, su normalización en la cultura laboral ha retrasado los esfuerzos por combatirlo. Mientras no se modifiquen factores como la internalización del trabajo como centro de la vida o el alto valor dado a la productividad, será difícil frenar este problema que amenaza la salud de los trabajadores nipones.
Fuerte, K. (2021). El fenómeno del “karoshi” es ahora un problema mundial. https://observatorio.tec.mx/editorial/karoshi-exceso-de-trabajo#:~:text=Los%20japoneses%20tienen%20una%20palabra,muerte%20por%20exceso%20de%20trabajo%E2%80%9
Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948). Declaración Universal de los Derechos Humanos. https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights
Gorvett, Z. (2016). Qué es el «karoshi», la muerte por exceso de trabajo que en Japón es un problema de salud pública. https://www.bbc.com/mundo/vert-cap-37391172
Wirth, E. (2020). La lucha contra los efectos del exceso de trabajo en Japón. https://theconversation.com/la-lucha-contra-los-efectos-del-exceso-de-trabajo-en-japon-129229