El territorio de la República de Sudán del Sur pertenecía a la República de Sudán desde 1956. Sin embargo, a partir de 1983, se desencadenó un conflicto de largo aliento que duraría hasta 2005, cuando el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán y el Gobierno de la República de Sudán firmaron el Acuerdo de Naivasha, mediante el cual se establece la autonomía de los territorios de Sudán del Sur por 6 años. Años después, en cumplimiento de los estipulado en el acuerdo del 2005, se realizó un referéndum para determinar la secesión pacífica del territorio de Sudán del Sur que tuvo por resultado una clara victoria por la independencia con el 98.83% de los votos (2011).Convirtiendo a Sudán del Sur en el país más joven del mundo y en el Estado Miembro Nº 193 de la Organización de Naciones Unidas.
A pesar de ello, la independencia de Sudán del Sur no significó para su población, el fin del conflicto y tal es así que poco después de su independencia, Sudán del Sur caería en una guerra civil producto de un intento de golpe de estado en diciembre del 2013 contra el presidente Salva Kiir Mayardit, a manos de un fracción del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán. El presidente señaló que el intento de golpe de Estado fue detenido y acusó al Vicepresidente Riek Machar de conspirar en su contra. Esta acusación desencadenó en una Guerra Civil con tensión étnica, ya que Mayardit y Machar representan a minorías étnicas del país, como es el caso de los Dinka y Nuer respectivamente. Las hostilidades continúan hasta la actualidad a pesar de haberse firmado un acuerdo para un gobierno de transición que si bien ha aliviado la tensión del mismo, no ha terminado las hostilidades en su totalidad .
En cuanto a la ayuda internacional, el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) mediante la resolución 1996 (ONU, 8 de Julio del 2011) estableió el mandato de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en la República de Sudán del Sur (UNMISS), a la cual se le asignaron trabajos específicos; considerando la protección a los civiles, la vigilancia al cumplimiento y respeto de los derechos humanos, el apoyo a la entrega de asistencia humanitaria, y la asistencia de la implementación del acuerdo de Cesación de Hostilidades en Sudán del Sur para reducir la violencia. La UNMISS, protegió a aproximadamente 85.000 civiles de la violencia (ONU 2020), sin embargo, no fue suficiente para que el rechazo hacia la misión se redujera tras el inicio del conflicto en 2013, conllevando a que mediante la Resolución 2132 del Consejo de Seguridad (ONU.2013) , UNMISS recibió un aumento a 12.500 efectivos.
A pesar de los avances de UNMISS en su mandato, esta misión se vio limitada por las dificultades de consenso, como consecuencia del conflicto entre el MLPS (Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán, responsable de la independencia del país y de su gobierno), y la facción opositora del MLPS (o MLPS-En oposición). En la actualidad, Sudán del Se representa un escenario de crisis, donde problemáticas como una incipiente economía, una capacidad institucional menuda, una sociedad fragmentada étnicamente y la tan extendida hambruna, se han visto agravadas por la explosión de un conflicto armado interno que además acarreó severas violaciones contra los Derechos Humanos. Esta situación ha conllevado a que el 12 de marzo de 2020, el Consejo de Seguridad extendió el mandato de UNMISS hasta el 15 de marzo de 2021.
Podemos concluir que, Sudán del Sur ha convivido constantemente con el conflicto, donde aún más allá de su independencia, no ha logrado consensuar y evitar un conflicto armado interno con implicaciones étnicas que han hecho al país depender del envió de ayuda humanitaria, de la asistencia de UNMISS para así intentar salvaguardar los derechos e integridad de sus ciudadanos. De no contar con esta, estaríamos frente a una aún más grave crisis humanitaria con desastrosas repercusiones a nivel económico, social, político y migratorio. Lo cierto es que, a pesar de que la independencia respondió a un proceso legítimo, el no contar con valores democráticos asentados favorece el ascenso de caudillismos que traen consigo violaciones de Derechos Humanos e inestabilidad política que puede traducirse en conflicto. La comunidad internacional deberá considerar de extrema necesidad apoyar y fortalecer la creación de espacios de procesos democráticos e institucionalización que puedan terminar de asentar una paz sostenible para que el país más joven del mundo, no repita la trágica historia de los primeros años de vida de muchos de los estados en la región.